La ventana de madera y el Código Técnico de la Edificación (CTE)

20/12/2017

El Código Técnico de la Edificación juega un papel esencial en la optimización, seguridad, habitabilidad, sostenibilidad y ahorro energético en la construcción, pero ¿cuál es relación de la ventana de madera y el Código Técnico de la Edificación (CTE)?

El CTE al establecer requisitos en los aspectos anteriormente enumerados, ha contribuido a grandes avances en la fabricación de ventanas de madera en los últimos años, mejorando la calidad de las ventanas de madera y convirtiéndose en un elemento imprescindible en el ahorro energético y el aislamiento acústico.

La ventana de madera no es lo que era, la fabricación de ventanas de madera aplican una tecnología que les permite obtener sofisticados diseños, una alta durabilidad, aislamiento y estanqueidad, además se ha reducido al mínimo su mantenimiento.A todo esto, hay que añadir que la madera destaca por su resistencia, adaptabilidad, disponibilidad y versatilidad. Es un material con beneficios para la salud, natural, sostenible y con propiedades que le hacen por sí un gran aislante.

PROPIEDADES DE LAS VENTANAS

Las ventanas, independientemente de la materia prima de sus perfiles (madera, aluminio o PVC), tienen seis características fundamentales:

Permeabilidad al aire
Estanqueidad al agua
Comportamiento frente a la acción del viento
Aislamiento acústico (al ruido aéreo)
Aislamiento térmico
Propiedades ópticas

Las tres primeras dependen del sistema de carpintería. Las referentes al aislamiento se deben tanto a la perfilería como al acristalamiento, siendo las propiedades ópticas sólo achacables al acristalamiento.

Permeabilidad al aire

La permeabilidad al aire es la propiedad de una ventana cerrada de dejar pasar aire cuando se encuentra sometida a una presión diferencial y es fundamental para satisfacer el requisito básico de habitabilidad de la L.O.E. –Ley de Ordenación de la Edificación- relativo a ahorro de energía y aislamiento térmico, ya que la energía consumida en calentar el aire que se infiltra suele ser muy superior a la que se pierde por transmisión a través de la ventana.

Por otra parte, la renovación de aire de los recintos interiores de un edificio es básica para el confort y puede confiarse parcialmente a la permeabilidad al aire de las ventanas. También es fundamental una permeabilidad baja para el aislamiento al ruido aéreo a través de la ventana.

Estanquidad al agua

La estanquidad al agua es la capacidad de una ventana cerrada de oponerse a las infiltraciones de agua. Esta propiedad es fundamental para satisfacer el requisito básico de habitabilidad de la L.O.E. relativo a higiene, salud y medio ambiente.

Comportamiento frente a la acción del viento

La acción del viento sobre los edificios se transforma en esfuerzos de presión o depresión sobre la superficie acristalada que se transmiten a la fachada a través de los perfiles de las hojas y cercos de las ventanas.
El comportamiento de la ventana frente a la acción del viento es fundamental para satisfacer el requisito básico de seguridad de la L.O.E. relativo a la seguridad de utilización.

Aislamiento al ruido aéreo

Es la capacidad de impedir la entrada de ruido al interior del habitáculo. El aislamiento de la ventana al ruido aéreo es fundamental para satisfacer el requisito básico de la L.O.E. relativo a la habitabilidad.

Aislamiento térmico

Es la capacidad de impedir la entrada de calor o frío al habitáculo. Las ventanas influyen de manera decisiva en el comportamiento energético del edificio. De las ventanas depende en gran medida el ahorro en el consumo energético y la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

LA VENTANA DE MADERA

La ventana de madera, además de ser un elemento constructivo funcional, es una alternativa en línea con las tendencias actuales de la decoración y el interiorismo, sobre todo debido a su calidez y belleza. Existen maderas de diferentes tonos, además se pueden cubrir con lasures semitransparentes que modifiquen el tono o pinturas opacas que dan un color personalizado opaco.

Las ventanas de madera se pueden instalar en obra nueva o rehabilitación, con todo tipo de formas; rectas, de punto redondo o trapezoidal, con una variedad de medidas y acabados infinita, y con complementos y versiones como las contraventanas, embarretados, porticones, correderas o plafones, los fabricantes españoles de ventanas de madera disponen hoy de tecnología, medios y personal capaces de adaptar el producto a las necesidades concretas que implica cada obra, en función de la zona geográfica y exigencias técnicas de la misma.

La madera es un material vivo y natural, con lo que las posibles variaciones dimensionales que se pudieran producir hoy en día quedan solventados gracias a la colocación de una junta de estanquidad termoacústica, colocada en todo el perímetro del perfil, que asegura un contacto permanente entre el marco y la hoja que absorbe esas posibles variaciones dimensionales.

La tecnología actual permite diseñar perfiles de madera con doble galce, solapes y orificios de desagüe, con espesores que permiten el empleo de cristal sencillo, doble, triple… Además la madera que se emplea en los perfiles tiene un tratamiento que la protege frente a agentes atmosféricos y los ataques de insectos y otros agentes xilófagos.

LA VENTANA MIXTA

La ventana de madera y aluminio supone, desde hace unos años, un nuevo concepto en carpintería. Tradición, tecnología y estética se han unido para ofrecer a prescriptor y usuario nuevos diseños, normalmente de extraordinaria calidad. Esta solución une a la belleza y el color de la madera las ventajas técnicas del aluminio. El conjunto es un perfecto aislamiento térmico y acústico, tanto al aire como al agua; y a todo ello se une la ausencia total de mantenimiento.

Fabricadas en madera maciza o laminada, con un recubrimiento exterior de aluminio, las ventanas mixtas garantizan una máxima estabilidad y la ausencia de mantenimiento. Disponibles en una amplia gama de maderas, aluminios y tintados, así como con todo tipo de aperturas, ofrecen al instalador y al cliente una nueva solución para personalizar cada espacio en armonía con las necesidades de construcción, la arquitectura y la decoración.

Los perfiles de aluminio se unen normalmente a la madera mediante unos clips de fijación sujetos a la guía del perfil de aluminio, permitiendo los movimientos independientes de los dos componentes, manteniendo una unión fuerte y duradera y asegurando su estabilidad frente a los cambios de temperatura y humedad.

Al mostrar la cara de aluminio al exterior, y la de madera hacia el interior, este producto reduce a la mínima expresión la necesidad de su mantenimiento. Así, cualquier barniz o lasur es apto para proteger y decorar la madera de la ventana durante mucho tiempo.

La ventana y el medio ambiente

Los productos de madera almacenan el carbono. La madera presenta un ciclo de carbono cerrado. Aumentar el consumo de las ventanas de madera serviría para incrementar los stocks de carbono almacenado, y por tanto facilitaría el cumplimiento de los compromisos del protocolo de Kioto. La madera es un material renovable y reciclable. En España el porcentaje de madera cuya vida útil termina y es recuperada e integrada nuevamente en la cadena de producción es muy elevado, del 70%.

Además los aprovechamientos forestales ayudan al mantenimiento de los montes, a poder aplicar los planes de gestión y la madera se corta acorde a lo que prescribe un plan elaborado por un ingeniero forestal o de montes, que decide que cortar bajo criterios de sostenibilidad que define la selvicultura como ciencia. Las principales causas de deforestación hoy en día no se deben a los aprovechamientos forestales para madera sino a la corta de madera para leña y biomasa en países en vías de desarrollo y los cambios de uso del suelo para agricultura.

Certificación y calidad

La Marca N de AENOR para ventanas y el sello de calidad de AITIM son hoy la garantía de calidad para técnicos, promotores, constructores y usuarios, pues significa que las ventanas que la ostentan cumplen las especificaciones técnicas certificadas, siempre que el acristalamiento y la instalación en obra se ejecuten correctamente, preferentemente por el propio fabricante de la ventana, o se ejecuten por personal cualificado siguiendo las instrucciones de aquél y bajo su supervisión.

El sello de calidad de AITIM para ventanas de madera se basa en el control de la calidad del material utilizado, su permeabilidad al aire, estanquidad al agua y resistencia al viento, así como la resistencia de los herrajes.

La norma de producto EN 14351-1 es la que afecta a la ventana, sus características y prestaciones. El CEN / CT-33 había solicitado a la Comisión Europea la ampliación del período de coexistencia (productos con y sin Marcado CE) que normalmente es de 12 meses, y que para las ventanas sea de 24 meses, en razón de que afecta a pequeñas y medianas empresas fabricantes.

Fuente: https://www.construible.es/2006/08/05/el-cte-y-la-ventana-de-madera